Historia de los estilos tipográficos
Para antes de la invención de la imprenta, véanse: Manuscrito, Caligrafía.
Gótico y Renacimiento
Monje copista en un scriptorium
Les Très Riches Heures du duc de Berry: estilo de letra texture.
Biblia de 42 líneas de J. Gutenberg (letra texture).
Arco de Tito: Inscripción romana que muestra las capitales que sirvieron de inspiración a los primeros tipógrafos venecianos.
La imprenta en Europa se desarrolló en el auge del Renacimiento; sin embargo, los primeros impresos de Johannes Gutenberg como la Biblia de 42 líneas utilizaron un estilo de letra del período gótico llamado texturee.
Durante la Edad Media, la cultura del libro giraba en torno a los monasterios cristianos, de los cuales podría decirse que hacían de casas editoriales en el sentido moderno del término. Los libros no eran impresos, sino escritos por monjes especializados en esta tarea que eran llamados copistas; ellos desarrollaban su trabajo en un lugar que había en la mayoría de los monasterios llamado scriptorium que contaba con una biblioteca y un salón con una especie de escritorios similares a los atriles de las iglesias de la actualidad. En este lugar, los Monjes transcribían los libros de la biblioteca, ya fuera por encargo de un señor feudal o de otro monasterio.
Durante el Gótico, Europa retornó paulatinamente a un sistema económico dependiente de las ciudades —y no del campo como lo fue tradicionalmente durante casi toda la Edad Media—, lo que determinó el nacimiento de los gremios, los cuales dieron paso a una mayor producción de libros. Los libros, generalmente religiosos, eran encargados por patrones pudientes a un gremio de artistas de libros, los cuales tenían especialistas capacitados en letreros, mayúsculas decorativas, decoración de letras, corrección de galeras y encuadernación; al ser este un proceso totalmente artesanal, un libro de 200 páginas podía llegar a demorarse de 5 a 6 meses, y se requerían aproximadamente 25 pieles de carnero para hacer la vitela donde se escribía e ilustraba con témpera de huevo, guache y una primitiva forma de óleo.
Las ciudades que más se fortalecieron durante el periodo gótico, fueron las de Europa del norte, como lo son París, Londres y un gran número de ciudades alemanas, las cuales fueron las primeras que adoptaron el sistema gremial; además de esto, la ciudad determinó el nacimiento de las universidades, lo cual hizo aumentar la demanda de manuscritos y planteó la necesidad de encontrar un nuevo modo de producción de libros, masivo y mucho más económico.
Materiales
Aleaciones para el material tipográfico. El metal que se emplea para la fabricación de caracteres y demás material tipográfico se obtiene con una aleación de plomo, antimonio y estaño. El plomo se usa por la fácil fusión y para que la aleación sea dúctil y compacta. El estaño sirve para endurecer y evitar la oxidación. El antimonio sirve para dar más resistencia al metal con el fin de que no se aplaste tan fácilmente durante las repetidas y numerosas tiradas. Las aleaciones son diversas, según los tamaños de los tipos y el uso a que se destinan. Así para la fabricación del metal destinado a blancos, suélese usar la aleación siguiente, denominada ordinaria:
75 partes de plomo 20 partes de antimonio 5 partes de estaño
En cambio, para los caracteres de cuerpos mayores empléase la aleación siguiente, denominada dura:
60 partes de plomo 25 partes de antimonio 15 partes de estaño
Y para los cuerpos de letra pequeña y perfiles pronunciados se usa esta otra, llamada durísima:
55 partes de plomo 33 partes de antimonio 12 partes de estaño
Fundición de tipos. Desde la invención de la imprenta, uno de los campos donde se ha trabajado con más ahínco ha sido la fundición de tipos, tanto en lo que respecta a la perfección estilística del dibujo como a la ejecución manual o mecánica de la fusión. Tras las dificultades de los procesos antiguos, las fundiciones tipográficas modernas han lanzado y siguen lanzando al mercado multitud de clases de tipos, muchas veces de gran belleza, en todos los estilos y de gran precisión en sus medidas, ya que todas las complicadas operaciones que se necesitan para su realización se ejecutan por medios muy perfeccionados, lo que permite, al propio tiempo, un gran rendimiento.
Sistema antiguo. En los tiempos primitivos la producción de tipos era muy reducida, ya que todas las operaciones se efectuaban por procedimientos manuales por el propio tipógrafo, que los fundía dándoles la altura y el grueso que creía oportunos. Los primeros tipos movibles que usó Gutenberg eran de madera, y más tarde él mismo los grabó en metal. Schöffer llegó a fabricar punzones que servían para obtener las matrices. El punzón es un paralelepípedo de acero templado, sobre el cual, después de pulido convenientemente, se ha dibujado y tallado en relieve el ojo de la letra o signo que se transporta después, mediante una fortísima presión, sobre el bloque de cobre o bronce que constituye la matriz. La exactitud del punzón se prueba con el contrapunzón que tiene grabada en hueco la letra o signo.
Las matrices para tipos movibles tienen también forma de paralelepípedo; las dimensiones naturalmente cambian según el tamaño del ojo del carácter que se quiera obtener. Obtenida la matriz, se verificaba la fundición, vertiendo el plomo líquido por una obertura dispuesta en el molde. Éste constaba de dos piezas, que encajaban exactamente y fácilmente separables; en la parte inferior se colocaba la matriz sujeta por un resorte. El tipo fundido era ulteriormente rectificado en todas sus partes, quedando seguidamente dispuesto para el uso.
Sistema moderno. Con la perfección de los medios fotomecánicos, ha evolucionado muchísimo la fabricación de los caracteres, si bien continúa siendo una operación difícil, costosa y que exige un caudal de conocimientos técnicos y artísticos. Después de dibujadas las letras, una a una con la mayor perfección posible y a escala relativamente grande por dibujantes especializados se reproducen fotográficamente a los tamaños diversos, según los cuerpos que se quieran fundir. Las matrices se pueden obtener mediante el punzón y con el baño galvánico y la fresa-pantógrafo. El primer sistema ha caído en desuso, el segundo se está simplificando y perfeccionando.
El curso que sigue el procedimiento moderno de la obtención de matrices es: dibujo de la letra hecho en grandes dimensiones; trazado de la letra en proporciones reducidas sobre una plancha metálica; de aquí, mediante el pantógrafo, se reproduce la letra al tamaño deseado sobre un taco de latón; luego se obtiene una prueba del tipo en un bloque de la aleación común, que se rectifica y pule escrupulosamente; el bloquecito del ojo del tipo rectificado pasa al baño galvánico donde, mediante la corriente eléctrica, se cubre con una capa de níquel que se refuerza después con otra de cobre; la figura de la letra está en hueco; este bloque se incrusta luego en un soporte de cinc y tenemos la matriz que, convenientemente puesta a escuadra y comprobada la altura del ojo, pasa a la fundición. La fundición se efectua en las máquinas fundidoras. Las partes esenciales de la fundidora son: dispositivo para colocar las matrices, caldera que contiene el metal y mecanismo para rectificar los caracteres fundidos. En la caldera funciona un émbolo o pistón que encauza el metal fundido entre dos paredes graduables al fin de las cuales está dispuesta la matriz y en una de ellas la muesca para hacer el cran. El chorro de plomo toma así la forma de paralelepípedo, llevando en la parte superior la letra en relieve, modelada sobre la matriz.
Póliza. Terminada la fusión y previa revisión de todos los detalles de los caracteres, se procede a la preparación de los surtidos listos para la venta. La póliza es como la unidad de medida que indica el surtido completo de tipos de un determinado cuerpo; la proporción de letras que entran en una póliza varía según las lenguas. Los catálogos de las fundiciones indican, para dar una idea, las piezas de la letra más usada que entran en una póliza o en un surtido mínimo, que es el nombre que se da a las pólizas de titulares.
Tipos de madera. Además de los caracteres de fundición, hay también letras y viñetas de madera en los cuerpos de gran tamaño y se usan en la composición de carteles y anuncios. Aunque difiere naturalmente su fabricación de la de los tipos de metal, requieren el mismo cuidado meticuloso. Se utiliza para este menester madera dura especial, generalmente de peral o encina, que ha debido dejarse secar cinco años, al menos antes de trabajarla. Hechos los bloques a las dimensiones requeridas, dibujantes especializados trazan sobre la madera el dibujo de todas las letras de un determinado alfabeto, otros con la máquina pantógrafo graban cada una de las letras para obtener el alfabeto modelo que sirve de guía para preparar las reproducciones del mismo tipo, en cualquier dimensión, mediante el pantógrafo de reducción o de ampliación, según haya de ejecutarse de un tamaño inferior o superior al modelo. Una vez puesta en su lugar la letra modelo, el pantógrafo en breve tiempo ejecuta todas las reproducciones que se deseen. Una vez fabricados, estos tipos se sumergen en un baño de aceite para hacerlos refractarios al agua; y para su conservación no deben bruzarse nunca con lejía, sino con petróleo o bencina.
Tipos de otros materiales. Últimamente han aparecido en el mercado tipos de material plástico y de diversas aleaciones metálicas que reúnen las ventajas del poco peso y de la máxima resistencia.
[editar]Técnicas
El papel llegó a Occidente, siguiendo las rutas de las caravanas que venían del lejano oriente en Asia hacia el mar Mediterráneo, hasta que alcanzó el mundo árabe, y estos, a su vez llevaron el invento a Europa durante las invasiones árabes que llegaron hasta España.
En poco tiempo, aproximadamente hacia mediados del siglo XIV, las primeras fábricas de papel se extendieron desde España a Francia, Italia, Gran Bretaña y Alemania. El mismo camino que tomó el papel, también lo hizo la xilografía, otro invento chino. Las primeras manifestaciones de este sistema de impresión, se pudieron ver en los juegos de naipes y en imágenes religiosas. Por ser estos los primeros diseños que se introdujeron en una cultura iletrada, representaron la primera manifestación de la democratización del arte de la imprenta en Europa. Estas imágenes iban cargadas de signos y símbolos, los cuales obligaban a una deducción lógica. La xilografía permitió que los libros estuvieran al alcance del común de la gente, la cual, en su mayoría era analfabeta y por tal razón, el libro de bloque traía muy poco texto y muchas ilustraciones, las cuales eran entendidas por cualquier persona, a diferencia del texto que necesitaba de la alfabetización de la población.
Este sistema, sin embargo, seguía siendo bastante caro, pues tomaba mucho tiempo grabar en la madera cada letra e ilustración, lo cual determinó que fueran libros de muy poca extensión, aproximadamente de 30 a 50 folios.
Los primeros libros de bloque se imprimieron con un sello de mano y tinta color sepia o gris, que luego sería reemplazada por la tinta negra. Después de imprimir el texto y las ilustraciones, estas se coloreaban a mano con la misma técnica que se aplicaba en los manuscritos góticos.
Algunos grabadores que hacían libros de bloque, al tratar de simplificar su trabajo, trataron de grabar cada letra independientemente para utilizarla varias veces en diferentes libros, pero al ser la madera un material muy maleable, las letras se deformaban al cabo de pocas impresiones. A mediados del siglo XV, surgió un nuevo invento, el cual recibió diferentes denominaciones, entre las que figuran «sistema de impresión por tipos móviles», «tipografía» e «imprenta».
El primero en realizar un proceso de impresión por tipos móviles de metal en Occidente fue el alemán Johannes Gutenberg, que produjo sus primeros impresos entre los años de 1448 y 1450. Cabe destacar que aunque el desarrollo de este proceso de impresión es principalmente europeo, se produjo gracias a ciertos cambios ocurridos en la Europa medieval:
Las invasiones árabes a la península hispánica, las cuales produjeron el encuentro de dos culturas, cosa que estimuló la producción de ideas en la sociedad medieval europea. Gracias a este encuentro, Europa tuvo los primeros contactos con nuevos modos de pensar que iban ligados a nuevas ciencias como el álgebra, el sistema matemático árabe y nuevos modelos científicos.
El progresivo intercambio comercial de Europa con el lejano oriente trajo consigo nuevos materiales e inventos como la brújula, el papel y la tinta, estos dos últimos de suma importancia para el desarrollo de los sistemas de impresión modernos, pues para la época, en Europa, la producción editorial se sustentaba en materias primas como la vitela (piel) y tintes de origen mineral inadecuadas para imprimir sobre papel.
Al establecerse nuevas rutas comerciales, es casi seguro que hubiesen llegado nuevas técnicas a Europa, como los sistemas de reproducción orientales entre los que se cuentan el grabado y la impresión en serie con bloques de madera, muy similar al sistema de impresión por tipos móviles, pero que no se desarrolló de manera masiva en el lejano oriente debido al sistema de escritura de carácter pictográfico de estas culturas.
Es así como Gutenberg adaptó una prensa para sacarle el jugo a las uvas, y fundió miles de tipos móviles en metal, los cuales se podían adaptar en la prensa por medio de una caja llamada tipográfica. En la impresión medieval de bloque, se usaba tinta de agua ligera extraída de las agallas del encino, la cual era muy bien absorbida por la madera, pero en el tipo de metal se corría o emborronaba. Para producir una tinta espesa y pegajosa, Gutenberg empleó aceite de linaza hervido, que después coloreado con pigmento de humo. Lo único que se hacía a mano en el impreso tipográfico, era el diseño de la letra capital, y la aplicación de su color.
En los manuscritos iluminados, los libros tenían una generosa cantidad de imágenes que fueron suprimidas paulatinamente de los libros tipográficos por la imposibilidad tecnológica de la época de fundir en metal toda una imagen; debido a que la producción de un manuscrito iluminado era sumamente costosa, la impresión de bloque y tipográfica, permitió abaratar estos costos, logrando así que la escritura, al igual que la información se difundiera y produjera cambios de pensamiento en Europa, los cuales traerían reformas, contrarreformas y revoluciones.
Las primeras familias tipográficas romanas, clásicas o con serifa
El Hypnerotomachia Poliphili de Francesco Colonna, libro impreso con tipo de letra clásico o romano por Aldo Manucio en 1499.
Hacia el año 1500, el invento de Gutenberg había tenido tan amplia difusión, que en Europa ya existían aproximadamente 1.100 imprentas funcionando. En los países germanos el estilo de letra más usado era la fraktur (aunque el tipo utilizado en la primera Biblia de Gutenberg fue «textura»[1]). A diferencia de Alemania, en el sur de Europa la costumbre en la Edad Media era utilizar la minúscula carolingia junto a las mayúsculas cuadradas romanas adaptadas de las inscripciones que se encontraban en las ruinas del Imperio romano, como la Columna de Trajano; por tal razón, este estilo de escritura, sirvió de modelo a los primeros impresores italianos, para crear las familias tipográficas clásicas o con serifas ( también llamados "gavilanes" o "remates"). El primer tipo de letra con serifas apareció en el año de 1465, más tarde, tipógrafos e impresores de la talla de Nicolas Jenson y Aldo Manucio perfeccionaron estas primeras fundiciones, volviéndolas más estilizadas y refinadas además de incluir un nuevo estilo de letra que se llamó bastardilla, el cual fue tomado de la caligrafía cancilleresca de la época; actualmente a este estilo de letra se le llama itálica por el país de procedencia o "cursiva", y es utilizado para resaltar en un texto palabras escogidas por el editor, extranjerismos y citas.
A estos primeros tipos romanos, clásicos o con serifa, se les dio el nombre de estilo veneciano, pues las principales imprentas italianas que los producían se habían establecido en la ciudad de Venecia.
En Francia, cabe destacar al tipógrafo e impresor Claude Garamond, que creó entre las décadas de 1530 y 1550 una familia tipográfica francesa basada en el estilo veneciano, que con el tiempo se convirtió en el estándar de su época y otras posteriores.
Barroco y Clasicismo
iIlustración
Siglo XIX
Los movimientos artísticos están íntimamente relacionados con la tipografía y su diseño son: futurismo, dadaísmo, constructivismo ruso, movimiento De Stijl y suprematismo.
Estilo Internacional, Suiza
Fin del siglo XX, edad informática
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